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EDUCACIÓN EN EL CONTEXTO HISTÓRICO


 LA EDUCACIÓN EN EL CONTEXTO HISTÓRICO.   


EDUCACIÓN EN GRECIA.

OBJETO DE LA EDUCACIÓN:

             EL objeto de la educación griega es el cultivo o desarrollo del hombre en el aspecto moral, intelectual y físico para conseguir un perfeccionamiento incesante que redunde en provecho de la ciudad.  En su realización emplearon cuatro medios: la religión, la literatura, la música y la gimnasia.

Religión:

            La enseñanza religiosa no era dogmática ni formal; solo influía en el niño indirectamente. Éste observaba los ejemplos de sus padres, que invocaban diariamente a las divinidades, y honraban con fiestas periódicas a sus antepasados y a los muertos más recientes de su familia. Para comparecer en presencia de los dioses, los jóvenes debían ostentar y lucir todos sus encantos de alma y cuerpo, de ahí que tuvieran a grandísima honra el llevar la corona sagrada y el poder actuar más particularmente cerca de los altares.

Literatura:

             En el hogar paterno recreaban a los oídos del niño mil relatos maravillosos. En la escuela se empleaban como libro de lectura las obras de los grandes poetas. Allí aprendían los magníficos episodios homéricos, de la Ilíada sobre todo, pues Aquiles era el héroe preferido del pueblo griego. Los demás ejercicios escolares: escritura, gramática y composición, se hacían a base de trozos selectos de los mejores autores, de manera que el niño vivía y actuaba en un ambiente eminentemente poético. La poesía tenía un puesto reservado y preferente en todas las fiestas.

Música:

            Los griegos consideraban la música como uno de los mejores medios de educación. Los filósofos propagaban esta idea entre el pueblo asegurando que el ritmo y la armonía influyen en el alma. La educación musical se propuso siempre un fin ético: dar flexibilidad al alma, regular sus impulsos desordenados, infundirle sentimientos de virtud y de patriotismo. Servía de contrapeso y correctivo de una educación física exagerada.

            Sus instrumentos preferidos eran la lira y la citara. Los instrumentos de viento se consideraban como excitadores de las malas pasiones, solo se usaban en las orgías y banquetes.

Gimnasia:

            Los ejercicios físicos contribuían a la formación moral del niño; le acostumbraban a respetar la autoridad y la disciplina, le hacían resistente a la fatiga y favorecían la perfecta armonía del cuerpo y del espíritu. La danza era el complemento obligado de la música y de la gimnasia y como tal figuraba en los programas de todas las fiestas religiosas y civiles.


EDUCACIÓN EN ATENAS.

En este tema vamos a tratar la educación de los niños atenienses, pero sólo de los varones, pues las niñas no pisaban nunca la escuela. Todo lo que aprende una joven ateniense -esencialmente las labores domésticas: cocina, tratamiento de la lana y tejido, y tal vez también algunos rudimentos de lectura, cálculo y música- lo aprende con su madre, con una abuela o las criadas de la familia. De hecho, las muchachas jóvenes apenas salen siquiera al patio interior de su casa, ya que deben vivir lejos de toda mirada, alejadas incluso de los miembros masculinos de su propia familia. Hecha esta salvedad, veamos cómo se educaban los niños atenienses. 
            En Atenas, la enseñanza, la asistencia a clase, no era obligatoria: el padre de familia gozaba de total libertad para educar a sus hijos o permitir que otros los educaran hasta los dieciocho años, edad en que el joven se convertía en ciudadano y debía realizar el servicio militar. 
            Hasta que el niño iba a la escuela (a los siete años), eran la madre y la nodriza quienes se ocupaban de él y le proporcionaban las primeras enseñanzas, que consistían en historias tradicionales, mitología y leyendas nacionales, y nada más, pues las pobres mujeres, que prácticamente nada habían aprendido, prácticamente nada podían enseñar.  
            A los siete años el niño comienza su "paideia", o formación cultural, pasando a la escuela, siempre de profesores particulares, donde cursaban tres asignaturas: gramática, música y gimnasia. 

  La escuela del gramático. 
            En cuanto el pequeño ateniense tenía edad para ir a clase pasaba, al menos en las familias acomodadas con varios esclavos, de la vigilancia de la nodriza a la del pedagogo, que era un esclavo encargado de acompañarle a todas partes y de enseñarle buena educación, recurriendo, si era necesario, a los castigos corporales. El pedagogo lo acompañaba por la mañana a casa del maestro y le llevaba la cartera.           
            El niño empezaba por aprender a leer y luego a escribir. Aprendía a leer en voz alta y luego seguía haciéndolo igual, pues da la impresión de que no se practicaba la lectura en silencio.           
            El alumno practicaba después la escritura de las letras sobre una tablilla de madera barnizada de cera, y sobre ella trazaba los caracteres con ayuda de un punzón o estilete, cuyo extremo opuesto, plano y redondeado, servía para borrar. No había pupitres, y los alumnos se sentaban en taburetes alrededor del maestro. 
            En cuanto sabía leer y escribir con facilidad tenía que aprender versos de memoria, y luego fragmentos cada vez más extensos de los poetas. El primero era el más grande de todos, Homero, el autor de la Ilíada y la Odisea. Los griegos consideraban que Homero enseñaba todo lo que debía saber un hombre digno de tal nombre: las actividades de los tiempos de paz y de los tiempos de guerra, los oficios, la política y la diplomacia, la sabiduría, la cortesía, el valor, los deberes hacia los padres y hacia los dioses... 
            La enseñanza se completaba con la aritmética. Utilizaban los dedos para los cálculos elementales, y recurrían a las fichas de cálculo y al ábaco para los más complicados.
 
La enseñanza de la música. 
            Para los griegos la música era la parte esencial y el mejor símbolo de toda cultura. Se decía que la música educaba el alma y la gimnasia entrenaba el cuerpo. Al parecer los niños aprendían con el maestro de música (citarista) canto al mismo tiempo que la música instrumental y la danza. La música se practicaba de oído, sin ninguna partitura. 
            El instrumento noble por excelencia era la cítara, pero también el oboe estuvo muy de moda en Atenas en el siglo V. 

 La gimnasia. 
            No se sabe exactamente a qué edad comenzaba el joven ateniense a ejercitar su cuerpo bajo la dirección del pedotriba, tal vez a los ocho años, pero es más probable que fuera a los doce, cuando ya hacía varios años que acudía a la escuela del gramático y a la del citarista. 
            Los alumnos del pedotriba se dividían en dos clases: los pequeños (pai'de"), que tenían de doce a quince años, y los mayores (neanivskoi), de quince a dieciocho años. 
            La gimnasia se practicaba en la palestra: terreno deportivo al aire libre, cuadrado y rodeado de muros. En uno de los lados había unas habitaciones que servían de vestuarios, de salas de descanso con bancos, de baños y de almacén de arena y aceite. 
            Tres son los rasgos distintivos de la gimnasia griega: la total desnudez del atleta, las unciones de aceite y el acompañamiento de oboe durante los ejercicios. 
            Los accesorios indispensables que el niño debía llevar a la palestra eran la esponja, el frasco de aceite y un rascador o cepillo de bronce. 
            Los deportes más practicados eran la lucha, la carrera, el salto y el lanzamiento de disco y de jabalina. Además podían practicar el boxeo y el pancracio. Los niños de buena familia practicaban también la equitación desde muy pequeños. 

EDUCACIÓN EN ESPARTA.
            La educación espartana merece una mención especial, por su total contraposición a la educación ateniense. 
            Mientras que, como ya hemos dicho, en Atenas las jóvenes vivían recluidas, en Esparta las muchachas practicaban en público muchos deportes, al igual que los muchachos: la lucha y el lanzamiento de disco y jabalina. Pretendían así preparar madres de familia robustas y fuertes, que proporcionaran a Esparta hijos fuertes, buenos guerreros. 
            Los muchachos sólo permanecían con sus familias hasta los siete años, edad en la que el niño pasa a manos del Estado, al que no dejará de pertenecer hasta su muerte. El niño se alistaba en formaciones premilitares que se escalonaban a lo largo de todo su crecimiento. Sus estudios se limitaban a lo estrictamente necesario; el resto de su educación consistía en aprender a obedecer, soportar la fatiga con paciencia y vencer en la lucha, es decir, ejercicios físicos y entrenamiento para la guerra.


 

 EDUCACIÓN EN CHINA. 


NOCIONES PRELIMINARES.

            La existencia regular de la nación de China, principalmente como Imperio parece comenzar unos 3.000 años antes de la era cristiana. El primer emperador conocido fue       Che-hoang-ti (246-210 a.c) que hizo construir la “Gran Muralla”.
El estudio de su desenvolvimiento puede sintetizarse en tres épocas:

1- ETAPA ARCAICA: que comprende desde sus inicios hasta el año 2,300 antes de J.C., época en que prima una organización familiar de tipo matriarcal. La educación en esta etapa, denominada también etapa agrícola, estaba determinada por el régimen matriarcal; en ella la madre llevaba el peso del trabajo y también de la educación de los hijos, la aldea pertenecía a las mujeres.

2- ETAPA FEUDAL: que se extiende hasta el año 500 antes de J.C., período con tendencias guerreras y organización patriarcal. En la etapa de los príncipes feudales, la educación se realizaba hasta los siete años en la casa paterna; después los niños pasaban a vivir con un señor que les enseñaba las artes de la guerra y las cortesías de la paz. Debían quedar en esa escuela hasta los 20 años y ejercitarse en danzar, tirar al arco y conducir un carro.
La educación del adolescente terminaba con los ritos de la iniciación, que facilitaba la entrada en la vida pública. Las hijas de los nobles se educan también al principio en la casa materna, pero después pasan a vivir con una familia ajena. Se les enseña las artes domésticas, especialmente el tejido y el hilado, y se las tiene muy encerradas hasta la época del matrimonio.

3- ETAPA IMPERIAL: Que se extiende hasta el presente siglo en que la China se transformó en república. Esta época corresponde al gobierno de los mandarines y en ella cambia radicalmente el rumbo de la educación china. Al constituirse un Estado fuerte y unitario, era necesario que hubieran funcionarios encargados de la administración; esos funcionarios son los MANDARINES que alcanzan una influencia considerada en la vida pública y que requieren una educación especial para ella.

            Es en ésta época en donde queda constituida y establecida la educación china. La educación en la antigua China se centralizaba en la filosofía, la poesía y la principalmente la religión.Los chinos profesan sobre todo el confucionismo, el budismo y el taoísmo.

* El confucionismo es la doctrina de Confucio (Kung-Fu-Tsé 551-478 a.c). Este filósofo puso su empeño, con escritos y enseñanzas, en restaurar y dignificar la tradición.

* El budismo es la doctrina de Buda (622-543 a.c.). Fue un filósofo indio y su doctrina comprende la eternidad de la materia, la encarnación de las almas y el nirvana. También enseña que todos los hombres son hermanos y que se les debe tratar con bondad, compasión y amor. Enseñaba la importancia de las virtudes como la abnegación y el sacrificio, la caridad para con el prójimo, la supresión del amor propio entre otras.

* El taoísmo, es la doctrina del filósofo Laot-tsé, quien en su libro principal el Tao enseñaba la moral. Quiere que el pueblo viva en el bienestar y en la tranquilidad, pero sin recibir instrucción, a fin de evitar los deseos inquietos e insaciables, que son natural consecuencia del estudio.

La enseñanza en china surge principalmente del Confucionismo. Los estudios se guiaban por los libros sagrados, que eran en total nueve: los cuatro libros clásicos y los cinco libros canónicos, escritos o coleccionados por Confucio y sus discípulos, y cuyo conjunto forma un código político y moral universalmente respetado, el cual todos los estudiantes debían aprender de memoria.

LA EDUCACIÓN TRADICIONAL.

            La educación primera tenía lugar en la familia. Comprende hasta los 7 años de edad. En ella el niño aprende a hablar, algunos usos sociales y rudimentos morales. Tal educación era confiada al padre de familia. Confucio dice al padre: “Educa a tu hijo desde la tierna infancia, enséñale a andar, a hablar, a conducirse en las visitas, a distinguir lo que debe a los ancianos y a los jóvenes. A los siete años, enséñale los caracteres, es decir, los signos empleados en el lenguaje. De pequeño, no le acostumbres a comer y a vestir bien; basta que no padezca hambre ni frío.”

            La educación familiar era considerada como sumamente importante. La familia era el núcleo de la organización social; si los padres inculcan al hijo buenos principios, el Estado saldrá beneficiado.

EDUCACIÓN ESCOLAR.

            El niño ingresaba en la escuela a partir de los siete años. En china las escuelas eran muy numerosas. Los alumnos tenían gran veneración y respeto hacia el maestro. Una máxima dice que se debe reverenciar toda la vida, como a un padre, al maestro que se ha escogido: “Cuando un alumno acompañe a su maestro por el camino no debe abandonarlo para hablar con otra persona; tampoco debe ir detrás de él, sino un poco a su derecha. Cuando el maestro se apoya en sus hombros para decirle algo al oído, ha de poner la mano sobre su boca para no molestarle con el aliento; nunca ha de interrumpirle cuando habla”.
           
            Los estudios elementales- de los siete a los doce años- tenían por objeto conservar la unidad de la nación, mantener las tradiciones ancestrales y preparar al niño para los deberes de la vida. Para conseguir este resultado se empleaban la educación religiosa, que enseñaba el bien; la enseñanza de buenos modales, que expresaban la rectitud del corazón y la enseñanza ceremonial que tributaba a cada uno los honores debidos.

            El curso de estudios elementales abarcaba también: la lectura, escritura y el cálculo. Se añadía la música como medio de favorecer la armonía en las almas. La lectura y escritura se aprendían colocando los objetos al lado de los signos que se estudiaban; así se tenía el objeto, el nombre y el signo escrito que facilitaba en mayor grado el aprendizaje. Se sometía al niño a tres clases de trabajo principales: ejercicios de memoria, explicación de sentencias y redacciones elementales.

EDUCACIÓN SUPERIOR.

            Los estudios superiores tenían por objeto formar letrados o aspirantes a las funciones del Estado. El contenido de los estudios era ante todo literario; el alumno estudiaba los nueve libros sagrados que encerraban toda clase de filosofía ortodoxa, y casi toda la historia antigua de China; luego la literatura de ciertas épocas especialmente las poesías de la dinastía de los Tang, y las odas de Li-Tai-Ko. Después emprendían el estudio de grandes autores tales como las filosofías de Confucio y otras obras de los pensadores más sobresalientes del imperio. Como complemento, se educaban sobre la ciencia de los astros, los minerales, las flores, los animales y las leyes generales de la naturaleza. A los dieciocho o diecinueve años se les consideraba idóneos para los exámenes que los llevarían a asumir funciones importantes dentro del Estado. Los funcionarios del Estado eran llamados “Mandarines”.
Todo el proceso de la educación china, tiende a preparar a los futuros funcionarios gubernamentales. La educación China tiene un rasgo eminentemente democrático que consiste en conceder a todos los habitantes, el derecho de desempeñar los puestos públicos, aunque solo los lleguen a desempeñar los más capacitados.
Los chinos no cultivan las ciencias por interés científico. Las ciencias son fines del Estado, y entran en la administración del Estado, el cual determina todo lo que debe ser. Es decir, se trataba de un Estado totalitario. Pero al mismo tiempo un estado regido por "LETRADOS", no por guerreros o sacerdotes, como los demás pueblos orientales.

APRECIACIÓN Y VALIDEZ ACTUAL.

            La civilización china guarda en su seno enormes riquezas de tipo cultural y pedagógico; es innegable la riqueza de su literatura donde destacan los 5 king; obras de Confucio.
  • La crónica de la Patria,
  • El libro de la Historia,
  • El libro de los Ritos,
  • El libro de los Versos,
  • El libro de la Adivinación
Estas obras ejercieron una influencia muy poderosa en la educación de la época imperial. Los cinco grandes king y algunos más atribuidos a él, pero escritos varios siglos después, han ejercido una muy poderosa influencia en la educación de la época imperial y constituyen textos que han orientado la educación china hasta nuestros días.
La educación china ha estado quizá más unida a la vida política, a la cultura, en la que existe una gran continuidad y un elevado grado de desarrollo. La cultura china ha sido en efecto una de las más notables y refinadas del mundo antiguo. En ella ha sobresalido una moral muy humana; una gran atención a la civilidad y buenas maneras; una sensibilidad muy fina para la naturaleza; una arquitectura, de gran belleza; una poesía lírica de alta, conocida antes que en Europa. También aportaron significativos conocimientos de las ciencias matemáticas y varios inventos útiles al mundo actual.

Son pocos los aportes en cuanto a los métodos educativos, sin embargo, el sistema chino de un examen civil, iniciado en ese país hace más de 2.000 años, se ha mantenido hasta el presente siglo, pues, en la actualidad este método se aplica en los concursos de méritos y oposiciones de varios países y, en teoría, permite la selección de los mejores estudiantes y profesionales para los puestos importantes del gobierno. 




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