PRODUCTOS ORGÁNICOS
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La importancia de los
microorganismos en la degradación de los plaguicidas.
La
contaminación de los suelos por la presencia de agentes tóxicos como
hidrocarburos, plaguicidas y otras sustancias constituye un problema ambiental
de primer orden. El panorama actual no es tan desalentador ya que se cuenta con
novedosas técnicas para la recuperación de suelos degradados por contaminación
química. El uso de los microorganismos constituye una estrategia potencialmente
viable. Hasta hace algunos años las investigaciones se habían limitado a la
identificación de aquellos microorganismos capaces de aislar compuestos
tóxicos. Hoy día las investigaciones están dirigidas a incrementar la tasa de
degradación de compuestos tóxicos, mejoramiento genético de microorganismos
para que se adapten a ambientes extremos y desarrollo de diferentes técnicas
biocorrectivas alternativas para la recuperación de suelos degradados.
Los
compuestos tóxicos más usados son los plaguicidas, los cuales en muchos casos
resultan ser muy tóxicos. Estos compuestos químicos constituyen una adecuada
fuente de carbono y donadores de electrones para ciertos microorganismos del
suelo. Existen algunos ejemplos de degradación de plaguicidas por
microorganismos, entre los cuales se pueden citar los siguientes.
Las
Pseudomonas son las bacterias más eficientes en la degradación de compuestos
tóxicos. La capacidad de estas bacterias para degradar estos compuestos depende
del tiempo de contacto con el compuesto, las condiciones ambientales en las que
se desarrollen y su versatilidad fisiológica. Vásquez y Reyes (2002) evaluaron
tres especies de Pseudomonas para la biodegradación del herbicida Aroclor 1242.
Los resultados obtenidos demuestran la gran capacidad de las bacterias para
degradarlo, siendo el porcentaje de degradación de 99,8, 89,4 y 98,4 respectivamente.
Fueron
aisladas varias especies de hongos en suelos contaminados con pesticidas de
Argelia. Las especies más frecuentes fueron Aspergillus fumigatus, A. Níger, A.
terreus, Absidia corymberifera y Rhizopus microsporus var microsporis. En este
experimento, 53 especies aisladas destacaron por su habilidad para la
degradación del herbicida metribuzin en medio líquido. Se demostró a su vez que
el herbicida promovía el crecimiento de los géneros Absidia y Fusarium, los
cuales lograron eliminar el 50% del compuesto después de 5 días. Por otra
parte, la especie Botrytis cinerea eliminó el herbicida linuron casi
completamente, y 31 especies pudieron eliminar el metroburon, destacando
Botrytis Cinerea que lo eliminó casi en su totalidad.
Otro
experimento mostró la eficiencia de la bacteria Rhodococuss sp. para degradar
las triazinas a nitrato. Fournier et al. (2002) realizaron un ensayo para
estudiar las transformaciones del herbicida atrazina como consecuencia de la
descomposición microbiana. Este compuesto logró ser transformado en nitrito
(30%), óxido nitroso (3,2%), amonio (10%) y formaldehido (27%).
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El origen de los
productos orgánicos.
Como fuentes
de origen de la materia orgánica en los suelos, se tienen:
1. Materia orgánica de origen vegetal.
2. Materia orgánica de origen animal
3. Materia orgánica de origen microbiano.
Materia
orgánica de origen vegetal
Es la que llega al suelo a través de
los restos vegetales. Este tipo de materia orgánica pude incrementarse a través
de la rotación de cultivos, los abonos verdes, aporte de plantas inferiores
como las algas y los líquenes, además con la aplicación de subproductos
agrícolas como cachaza, paja de caña de azúcar, etc.
Materia
orgánica de origen animal
Es la que llega al suelo a través de
los restos animales al morir y por sus deyecciones sólidas y liquidas. Ej.:
Estiércol y guano de murciélago, humus, lombrices, purín, etc.
Materia
orgánica de origen microbiano
Es la que llega al suelo a través de
las células al morir y por los metabolitos expulsados al medio.
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Propiedades físicas de
los productos orgánicos.
La
materia orgánica es devuelta al suelo en forma natural o es añadida a éste por
el hombre. La misma no llega al suelo dividida en carbonada, nitrogenada,
fosforada o azufrada; sino como un complejo único.
Entre los constituyentes de la materia orgánica se
pueden citar:
- Celulosa.
- Hemicelulosas y
poliurónidos.
- Lignina y quitina.
- Almidón, dextrina,
inulina y glucógeno.
- Elementos solubles en
agua tales como azúcares (monosacáridos, disacáridos, trisacáridos), aminoácidos y
ácidos alifáticos.
- Elementos solubles en
éter o alcoholes como: grasas, aceites, ceras, resinas y pigmentos.
- Proteínas.
La
descomposición de estas sustancias es un proceso complejo resultante de la
acción, principalmente, de hongos, bacterias y actinomicetos.
No
puede señalarse en la mayoría de los casos un solo organismo como causante de
los cambios y aunque se postulan ecuaciones de éstos, vale aclarar que han sido
establecidas basadas en el comportamiento de los microorganismos en cultivos
puros y sin dudas, el efecto de la población mixta del suelo es diferente en la
mayoría de los casos.
En términos generales, si un
microorganismo patógeno se desea utilizar como agente del control debe poseer
los siguientes atributos
1. Alta
patogenecidad: habilidad de un patógeno a invadir y dañar los tejidos y órganos
de sus hospederos.
2. Alta
eficiencia en la transmisión
3. Habilidad
de persistencia en el ambiente: las formas más resistentes, tales como esporas
de bacterias, hongos y protozoarios y los cuerpos poliédricos de virus, poseen
larga vida en almacenaje.
4. Fáciles
de reproducir y almacenar: los patógenos deben tener una larga vida de
almacenaje y retener su viabilidad y virulencia en el hospedero.
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Cantidad necesaria de
productos orgánicos para la fumigación.
La
cantidad de un insecticida microbiano requerido para lograr el control de una
plaga depende de la susceptibilidad de la plaga y de la potencia del producto.
En los plaguicidas sintéticos, la potencia del producto es equivalente a la
cantidad de ingrediente activo, pero en el caso de los insecticidas microbianos,
se necesitan otros métodos para estimar su potencia. La potencia hay que
analizarla referida a su acción biológica. En la calidad del producto final se
analizan la cantidad de esporas, conidios o unidades infectivas, la viabilidad,
la virulencia y la pureza.
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¿Causa algún daño estos
venenos naturales u orgánicos, al medio ambiente, o afecta al ser humano?
La
protección natural de cultivos reduce el riesgo de la resistencia en los
insectos, tiene menos consecuencias letales para los enemigos naturales, reduce
la aparición de plagas secundarias, es menos nocivo para el hombre, y no ocasiona
daños en el medio ambiente.