ENFERMEDADES
NUTRICIONALES
TRANSTORNOS OSEOS. OESTEOPOROSIS Y
RAQUITISMO.
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OSTEOPOROSIS.
La osteoporosis es una enfermedad de
los huesos caracterizada por la disminución de la masa ósea con alteración en
la microarquitectura de los huesos y esto nos lleva a una mayor fragilidad ósea
y una mayor facilidad para la presentación de fracturas.
Los factores que aumentan el riesgo
de presentar osteoporosis son la deficiencia de calcio y vitamina D por
malnutrición, el consumo de tabaco, alcohol y la vida sedentaria.
La osteoporosis es asintomática, hasta que
aparecen las fracturas. Éstas surgen tras un pequeño traumatismo o
espontáneamente. Afectan a cualquier hueso, presentando sintomatología según el
lugar afectado. Las más frecuentes son las vertebrales, las del radio, de
cuello del fémur, cadera y las de húmero.
A fin de prevenir esta enfermedad, deben
adquirirse los siguientes hábitos desde la niñez:
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Dieta rica en calcio.
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Ejercicio físico adecuado.
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Adecuada exposición solar (no abusar).
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Evitar consumir café, alcohol, tabaco.
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Nutrición adecuada y equilibrada
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NO consumir dietas altas en proteínas,
no abusar de las dietas vegetarianas (por su alto contenido de oxalatos),
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Evitar consumo excesivo de sodio.
Nutricionalmente, las mejores medidas de
prevención son la ingesta adecuada de calcio y de vitamina D de forma natural,
que deben ser objetivos prioritarios desde la niñez.
Se
ha demostrado que la dieta rica en calcio mantiene un pico de masa ósea, aunque
no haya seguridad de que pueda aumentarla, y que reduce la incidencia de
fracturas de forma significativa. También es un hecho conocido que la
dieta rica en vitamina D, junto con una exposición solar adecuada, es
fundamental para la correcta absorción intestinal de calcio. Cuando las medidas
preventivas de las cuales acabamos de platicar en párrafos anteriores no son
suficientes podremos recurrir a las farmacológicas:
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Suplementos de calcio
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Suplementos de vitamina D
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Estrógenos y tratamiento hormonal sustitutivo
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Bifosfonatos
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Calcitonina
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Tiazidas
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Flúor
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RAQUITISMO.
El raquitismo es una enfermedad
producida por un déficit nutricional, caracterizada por deformidades
esqueléticas. Es causado por un descenso de la mineralización de los huesos y
cartílagos debido a niveles bajos de calcio y fósforo en la sangre.
La vitamina D es esencial para el
mantenimiento de unos niveles normales de calcio y fósforo y así evitar esta
enfermedad. El raquitismo clásico, enfermedad carencial de la infancia
caracterizada por desarrollo inadecuado o fragilización de los huesos, está
producido por una cantidad insuficiente de vitamina D en la dieta, o por
ciertas enfermedades que impiden la asimilación de las sales de calcio por la
eliminación excesiva de calcio y fósforo en los riñones.
Los casos nutricionales de
raquitismo ocurren por falta de vitamina D en la dieta o por trastornos de mal
absorción caracterizados por una deficiente absorción de grasa.
La
falta de vitamina D en la dieta puede ocasionalmente observarse en personas
vegetarianas que no consumen productos lácteos o en personas que presentan
intolerancia a la lactosa (aquellos que tienen problemas para digerir productos
lácteos).
Una
carencia dietética de calcio y fósforo puede también jugar un papel importante
en las causas nutricionales del raquitismo. El raquitismo como producto de una
carencia dietética de estos minerales es poco frecuente en los países
desarrollados porque el calcio y el fósforo están presentes en la leche y
vegetales verdes.
El objetivo del tratamiento es
aliviar los síntomas y corregir la causa de esta afección. Se debe tratar la
causa subyacente para prevenir la recurrencia.
Con el reemplazo de la deficiencia
de calcio, fósforo o vitamina D, la mayoría de los síntomas desaparecen. Las
fuentes dietéticas de vitamina D incluyen: pescado, hígado y leche procesada.
Se recomienda la exposición a cantidades moderadas de luz solar. El tratamiento
del raquitismo causado por anomalías metabólicas puede requerir una
prescripción especial para vitamina D.