NUTRICIÓN Y DIETOTERAPIA
ALTERACIONES METABÓLICAS POR EXCESO.
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DIABETES:
La diabetes es una enfermedad
crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando
el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una
hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no
controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el
tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y
los vasos sanguíneos.
Existen 2 tipos de diabetes. La
diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. La diabetes tipo 1 tiene su origen en
factores hereditarios, es la que más riesgo presenta para la salud, los
pacientes son insulinodependientes; La diabetes tipo 2 generalmente se presenta
a causa de la obesidad y el sedentarismo, en algunos casos el paciente es
insulinodependiente en otros casos no.-
Signos
y síntomas más frecuentes:
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Poliuria (necesidad
constante de orinar).-
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Polidipsia (sed excesiva y
constante).-
-
Polifagia (Hambre
constante);
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Pérdida de peso a pesar de
la polifagia. Se debe a que la glucosa no puede almacenarse en los tejidos
debido a que éstos no reciben la señal de la insulina.
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Fatiga o cansancio.
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Cambios en la agudeza
visual.
El diagnóstico se realiza a
través de análisis sanguíneo, midiendo la concentración de glucosa en sangre,
preferentemente debe ser en ayunas.
El tratamiento de la diabetes
mellitus se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. Tiene
como objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad
para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. En muchos
pacientes con diabetes tipo II no sería necesaria la medicación si se
controlase el exceso de peso y se llevase a cabo un programa de ejercicio
físico regularmente. Sin embargo, es necesaria con frecuencia una terapia
sustitutiva con insulina o la toma de fármacos hipoglucemiantes por vía oral.
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OBESIDAD:
La obesidad es la enfermedad crónica
de origen multifactorial prevenible que se caracteriza por acumulación excesiva
de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo.
Las causas de la obesidad son
múltiples, e incluyen factores tales como la herencia genética; el
comportamiento del sistema nervioso, endocrino y metabólico; y el tipo o estilo
de vida que se lleve.
En forma práctica, la obesidad puede
ser diagnosticada típicamente en términos de salud midiendo el índice de
masa corporal (IMC), pero también en términos de su distribución de la grasa a través
de la circunferencia de la cintura o la medida del índice cintura cadera. Se
considera signo de obesidad un perímetro abdominal aumentado en hombres mayor o
igual a 102 cm y en mujeres mayor o igual a 88 cm.
La obesidad forma parte del síndrome
metabólico siendo un factor de riesgo conocido, es decir predispone, para
varias enfermedades, particularmente enfermedades cardiovasculares, diabetes
mellitus tipo 2, apnea del sueño, ictus, osteoartritis, así como a algunas
formas de cáncer, padecimientos dermatológicos y gastrointestinales.
El
principal tratamiento dietético para la
obesidad es reducir la grasa corporal comiendo menos calorías y ejercitándose
más. El efecto colateral beneficioso del ejercicio es que incrementa la fuerza
de los músculos, los tendones y los ligamentos, lo cual ayuda a prevenir
lesiones provenientes de accidentes y actividad vigorosa. En pacientes con
factores de riesgo se pueden administrar medicamentos coadyuvantes que aceleran la quema de calorías y ayudan al
buen manejo de los nutrientes en el organismo. Existen también diversos
tratamientos quirúrgicos en pacientes con obesidad crónica, aunque esta debería
ser la última alternativa a recurrir en vista de los riesgos que presenta para
la vida del paciente.-