LA
ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE
La
adquisición del lenguaje constituye un área de la lingüística que estudia el
modo en el que se adquiere el lenguaje durante la infancia.
Normalmente, los niños y niñas
adquieren el lenguaje a través de sus interacciones con la gente y las cosas en
el mundo. Aprenden el intercambio de la comunicación, aprenden que a través del
lenguaje obtienen lo que quieren, aprenden el significado de las palabras
observando lo que sucede mientras los adultos hablan. Notan la reacción de
otros a través de las expresiones faciales, la postura y la proximidad, puesto
que las manifestaciones no verbales influyen en la eficacia de la comunicación.
La adquisición del lenguaje es un
área de estudio interesante para cualquier científico cognitivo (lingüista,
psicólogo, experto en inteligencia, etc.), para los neurocientíficos y, por
supuesto, para los profesionales relacionados con el desarrollo infantil normal
o alterado: educadores, psicólogos, pedagogos, pediatras, etc.
La investigación en adquisición del
lenguaje ha constituido uno de los temas de estudio centrales para distintas
disciplinas científicas relacionadas con el conocimiento y el ser humano. Actualmente existe un área específica de la
Psicolingüística, la Psicolingüística
Evolutiva, dedicada exclusivamente al estudio de este proceso.
TEORÍAS DE LA AQUISICIÓN DEL LENGUAJE.
·
Teoría
de Chomsky o del dispositivo de adquisición del lenguaje.
Para este autor, cada individuo posee una
disposición innata para adquirir el lenguaje. Viene equipado con un dispositivo
que recibe el estímulo para iniciar y desarrollar las competencias
lingüísticas. Este estímulo sirve de
base para que, a partir de algo imperfecto, el
niño/a pueda estructurar oraciones correctamente, usarlas oportunamente
y comprender su significación.
El dispositivo se conoce como LAD por sus
siglas en inglés, en español sería DAL (Dispositivo para la Adquisición del
Lenguaje). Es de naturaleza desconocida, sin embargo la teoría es aceptada en
cuanto a la tendencia innata que posee el ser humano para adquirir el lenguaje.
·
Teoría
de Bruner o de la solución de problemas.
Jerome Bruner asegura que en todo
aprendizaje participan activamente ciertos procesos internos que no se pueden
observar pero que sin embargo controlan y dirigen la conducta. Habla de
participación de los procesos internos y no rechaza los factores externos que
como refuerzos intervienen en el aprendizaje. Según Bruner, no se aprende a
usar el lenguaje por el solo hecho de que se nace con esa potencialidad y se la
desarrolla necesariamente, se aprende en el contexto de dar solución a la
necesidad de comunicación.
·
Teoría
de Piaget.
Jean Piaget destaca la cognición como esa
capacidad universal de aprehender un estímulo determinado, procesar la
información, interpretar los acontecimientos y atribuir significación al mundo
exterior a partir de todo este proceso interior sin que el contexto influya
significativamente para modificar dicha capacidad. El niño/a es visto como
constructor activo de su conocimiento y, por lo tanto, del lenguaje.
En el desarrollo del lenguaje intervienen
dos principios fundamentales: el de asimilación y el de acomodación. Por una
parte, el pensamiento, a partir de las experiencias asimiladas permite el uso
cada vez más lógico del lenguaje y mediante la acomodación logra la
socialización que permite al niño y a la niña una progresiva comprensión de los
puntos de vistas ajenos.
·
Teoría
de Vygotsky o de las influencias socioculturales.
Para Lev Vygotsky, psicólogo ruso, el
lenguaje se adquiere y se desarrolla bajo la influencia del contexto cultural
que rodea al individuo.
El desarrollo cognitivo y lingüístico se
promueve por las influencias sociales, por lo tanto el habla es un producto
eminentemente social ya que depende de las personas que lo rodean y conforman
su entorno.
·
Teoría
de Skinner o del condicionamiento.
Para Skinner, psicólogo conductista
estadounidense, el aprendizaje del lenguaje se produce como respuesta a los
estímulos que reciben el niño y la niña, es decir por simples mecanismos de
condicionamiento. En un principio los niños y niñas simplemente imitan o
repiten los sonidos del habla, para después asociar determinadas palabras a
situaciones, objetos o acciones.
El aprendizaje de las funciones más
complejas del lenguaje, como la precisión y la riqueza del vocabulario y el
correcto uso de las normas gramaticales y ortográficas se logran también por un
condicionamiento operante a través del estímulo. Por ello, las personas con
quienes interactúan el niño y la niña han de recompensar todo progreso y
acierto en el uso correcto del lenguaje,
y como contrapartida, reprobar las incorrecciones del lenguaje, pero evitando
situaciones traumáticas.
PUNTOS DE REFERENCIA SOBRE LA ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE.
A continuación se presentan ciertos
puntos de referencia sobre la evolución de la adquisición del lenguaje de
manera general, es decir, qué destrezas se espera que los niños y niñas
manifiesten, en los periodos que aproximadamente se especifican:
·
Primeros días: reaccionar ante los sonidos del entorno,
llorar y gritar.
·
Primeras semanas: mover los labios y succionar haciendo ruido.
·
Tercer y cuarto mes: Gritar y llorar de diferente manera según sus
necesidades, hambre, malestar, sueño. Girar la cabeza y seguir con la mirada el
lugar del sonido, la voz del adulto. Inicio del balbuceo.
·
Quinto y sexto mes: Emitir sonidos como respuesta a un estímulo.
Vocalizar ante el adulto y estando solo/a.
·
Séptimo y octavo mes: Reconocer a los adultos que están
habitualmente con él, padres, hermanos, y asustarse ante los extraños. En este
periodo el balbuceo se asemeja a las vocales y consonantes que utilizan los
adultos.
·
Noveno y décimo mes: Iniciar la pre-conversación, emitir sonidos de
diferentes tonos y ritmos.
·
Undécimo y duodécimo mes: Comprender algunas palabras familiares como
papá, mamá. Repetir sonidos y sílabas a voluntad.
·
Entre los 18 y 27 medes: señalar cuando se le pide diferentes partes
del cuerpo y algunos objetos familiares, juguetes preferidos, muebles, etc.
Realizar algunas órdenes sencillas. Uso de la palabra-frase, por ejemplo agua,
indica que tiene sed y quiere agua.
·
Entre los 18 y 30 meses: Pedir cosas, tanto con la palabra como con
gestos. Frases de dos palabras incluso de tres, “no coche” significa no toques
el coche que es mío.
·
Tres años en adelante: Se debe dar un importante desarrollo en la
gramática.
ORIENTACIONES PARA ESTIMULAR LA ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE.
En este apartado se presentan
algunas sugerencias que pueden alentar a la adquisición del lenguaje:
·
Comunicarse con el niño/a desde el primer día. Aportan una carga
afectiva importante que proporciona seguridad y confianza en él/ella.
Recordemos que en estos momentos la comunicación es básicamente de tipo no
verbal, caricias, contacto físico, sonrisas, gestos, etc.
·
Responder a los gritos y llantos del bebé. El aspecto positivo de que
se responda es que el niño/a aprende a relacionar el uso de los sonidos que emite con la respuesta que le damos,
acudir junto a ellos es un factor que favorece la comunicación.
·
Ofrecer un entorno estable y organizado, ritmos de sueño–vigilia,
alimentación, etc., ya que le ayudarán al proceso de adquisición de hábitos y
al conocimiento de objetos relacionados con dichos ritmos, por ejemplo, ponerle
el babero, significa comida.
·
Estimularlos verbalmente, hablándoles mucho y haciéndoles repetir sus
vocalizaciones, permitiéndoles también que jueguen solos con sílabas y otros
sonidos.
·
Favorecer que comprendan las palabras más familiares como mamá, papá,
nene/a, casa. Éstas deben ser pronunciadas con claridad por el adulto, par que
progresivamente el niño/a las vaya relacionando con el objeto o persona que
representan.
·
Proporcionar un entorno verbal rico, en el sentido de que se
verbalicen acciones de la vida familiar, por ejemplo: lavar, poner la mesa,
limpiar la casa, etc. No es necesario decirle muchas palabras, sino repetir
aquellas más próximas y familiares.