COMPORTAMIENTO EN UN MACRO INFLACIONARIO
La
macro inflación es una inflación anormal en exceso que puede alcanzar hasta el
1000% anual. Este tipo de inflación anuncia que un país está viviendo una
severa crisis económica pues, como el dinero pierde su valor, el poder
adquisitivo (la capacidad de comprar bienes y servicios con el dinero)
disminuye y la población busca gastar el dinero antes de que pierda totalmente
su valor. Este tipo de inflación suele deberse a que los gobiernos financian
sus gastos con emisión de dinero sin ningún tipo de control, o bien porque no
existe un buen sistema que regule los ingresos y egresos del Estado.
La macro es el estudio de la
conducta de toda la economía, sea el crecimiento a largo plazo de la producción
o las fluctuaciones de la misma a corto plazo y sus efectos en el empleo, o
desempleo y/o, el problema de la inflación. Se ocupa asimismo cíclicamente de
otros objetivos como el control presupuestario, las relaciones de comercio
internacional, es decir comercio de Bienes y servicios y vinculaciones financieras con otros países y a la
vez del control de la cantidad de dinero
que circula en el país.
Todo análisis se realiza en el marco
de un contexto histórico, y es donde las
controversias teóricas se ponen a prueba. No obstante ello, todavía, las causas de la inflación es un tema incontestable. La
estabilidad en el nivel general de precios o sea una moderada tasa anual de
inflación siempre es un objetivo de
gobierno.
Pero, cuáles son las medidas que
ayudan a reducir la inflación?, En la década pasada se aplicaron en este país
medidas de política monetaria y cambiaria contractivas para reducir la
inflación a costa del aumento del desempleo y de la caída del nivel actividad
económica.
En el período 1992-2001 la tasa de
crecimiento de la producción fue en
promedio anual del 2,7 % y el desempleo creció de un 6,6% hasta un
19%. El pensamiento teórico
predominante en ese ciclo se denomina
pensamiento ortodoxo, o neoliberalismo en lo doctrinario.
Se llaman heterodoxas a las medidas
de política macro distintas de los ajustes de salarios, disminución de empleos y de la demanda
agregada, y además de la oferta monetaria, por aplicarse otras basadas en el de
estimulo a la producción, aumento del empleo
y la producción.
En ese contexto, al profundizarse la
crisis mundial entre 2008 y 2009, el BCRA, las autoridades cambian el grado de
intervención que se venía practicando en el mercado cambiario, para hacer frente
a la demanda de dólares, evidenciando la necesidad de preservar las Reservas en dólares.
Acusar a la política monetaria y
fiscal del gobierno, como causa de la inflación tiene intencionalidad política antes que provenir de un diagnostico
macro, por cuanto apuntan a los
instrumentos que maneja todo gobierno, que arbitra socialmente en pro de la
distribución del ingreso.
Pero, ocurre que la inflación tiene
efectos indeseados, porque afecta la vida diaria de las personas, destruye sus
ingresos, pérdida del poder adquisitivo
y altera la conducta social modificando las expectativas sobre el futuro. El sistema de precios establece un
ordenamiento en toda nación, la organiza, por eso la pérdida de referencia en
términos de precios de los bienes, agudiza la desigualdad social.
Posiblemente entre sus causas
esté, la ausencia de solidaridad social
y la consecuente pérdida en la confianza en la moneda. Son cuestiones que
exceden las ideas del campo económico.
Se denominan políticas de ingresos a otros instrumentos de
política macro, que persiguen objetivos
en el corto plazo, basadas en el control de precios y de
salarios. La aplicación de este tipo de medidas es coyuntural, y tienen éxito
mientras haya consenso entre los sectores. Hoy las expectativas están puestas en saber que pasará al terminar
el período de acuerdo planteado a los
principales actores económicos. Llama la atención que quienes participan
del acuerdo son precisamente
oligopolios, la industria alimentaria
y las grandes comercializadoras de alimentos, justamente las que en el
lenguaje técnico llamamos empresas formadoras de precios.
AJUSTES POR INFLACIÓN.
La inflación se define como una
subida generalizada (afecta a todos los sectores de la economía) y continua
(durante un periodo prolongado en el tiempo) de los precios de los bienes y
servicios.
Los efectos de la inflación en una
economía son diversos, y pueden ser tanto positivos como negativos. Los efectos
negativos de la inflación incluyen la disminución del valor real de la moneda a
través del tiempo, el desaliento del ahorro y de la inversión debido a la
incertidumbre sobre el valor futuro del dinero, y la escasez de bienes. Los
efectos positivos incluyen la posibilidad de los bancos centrales de los estados
de ajustar las tasas de interés nominal con el propósito de mitigar una
recesión y de fomentar la inversión en proyectos de capital no monetarios.
Hoy en día, la mayoría de las
corrientes económicas están a favor de una tasa pequeña y estable de inflación.
Una inflación pequeña (en vez de nula o negativa) puede reducir la severidad de
las recesiones económicas al permitir que el mercado laboral pueda adaptarse
más rápidamente en una crisis, y reducir el riesgo de que una trampa de
liquidez impida una política monetaria de estabilización de la economía. La
tarea de mantener la tasa de inflación baja y estable se asigna generalmente a
las autoridades monetarias de cada país. En general, estas autoridades
monetarias son los bancos centrales, que controlan el tamaño de la emisión
monetaria mediante la fijación de las tasas de interés, a través de
transacciones en el mercado de divisas, y mediante la creación de la banca de
reservas.
Métodos de reducción de la inflación
Se han
usado y sugerido diferentes métodos para detener la inflación. En casi todo el
mundo, se ha impuesto la política de control de la inflación, a pesar de que no
existen pruebas de que resulte dañina por debajo del 8-10%5 o incluso el 20 o
40% según otros estudios.6 De hecho la priorización de medidas
antiinflacionistas severas produjo efectos adversos en Sudáfrica (1994) y
Brasil (1996).4 Economistas institucionalistas como Ha-Joon Chang han señalado
que los partidarios del neoliberalismo han aprovechado el miedo justificado a
la hiperinflación para impulsar políticas antiinflacionistas excesivas (dados
los niveles de inflación en muchos lugares donde se han impulsado). El hincapié
neoliberal en la reducción de la inflación se justifica a que los activos
financieros tienen tasas de rentabilidad fijadas de modo nominal, por lo que la
inflación reduce la rentabilidad real, algo que perjudica a los inversores
financieros, pero no tanto a la población general.
Políticas monetarias
Hoy en
día, la herramienta principal para controlar la inflación es la política
monetaria. Los bancos centrales pueden influir significativamente en este
sentido fijando una tasa de interés más alta y reduciendo la masa monetaria.
Normalmente a un objetivo de tasa de alrededor del 2% a 3% anual, y dentro de
un rango objetivo de baja inflación, en algún lugar entre el 2% al 6% anual.
Hay una
serie de métodos que han sido sugeridas para controlar la inflación. Los bancos
centrales como la Reserva Federal de EE.UU. pueden afectar la inflación en gran
medida a través de las tasas de interés y ajuste a través de otras operaciones.
Las tasas de interés y crecimiento lento de la oferta monetaria son las formas
tradicionales a través del cual los bancos centrales combaten o previenen la
inflación, a pesar de que tienen diferentes enfoques. Por ejemplo, algunos
persiguen un objetivo de inflación simétrico, mientras que otros sólo controlan
la inflación cuando se eleva por encima de un umbral aceptable.
Las
políticas monetaristas enfatizan una tasa de crecimiento del dinero constante y
moderada. Los keynesianos hacen hincapié en la reducción de la demanda agregada
durante la expansión económica y el aumento de la demanda durante las
recesiones para mantener la inflación estable. El control de la demanda
agregada se puede lograr combinando la política monetaria y la política fiscal
(aumento de los impuestos o reducción del gasto público para reducir la
demanda).
Tipo de cambio fijo
Bajo un
régimen de cambio de divisas fijo, el valor de la moneda de un país queda
vinculado al valor de otra moneda o una canasta de otras monedas (o, a veces a
otra medida de valor, como el oro u otros comodities). Un tipo de cambio fijo
se utiliza generalmente para estabilizar el valor de una moneda, vinculándolo a
otra moneda más estable. Puede ser utilizado como un medio para controlar la
inflación. Sin embargo, cuando el valor de la moneda de referencia sube o baja,
lo mismo ocurre con la moneda vinculada. Esto esencialmente significa que la
tasa de inflación en el país, tipo de cambio fijo se determina por la tasa de
inflación de la moneda a la que se vincula.
Un tipo
de cambio fijo impide que un gobierno utilice la política monetaria nacional a
fin de lograr la estabilidad macroeconómica. Adicionalmente, puede exponer a
los países al peligro de ataques especulativos.
Con el acuerdo Bretton Woods, la
mayoría de los países usaba tasas fijas al valor del dólar de EE.UU. El acuerdo
se rompió en la década de 1970, y los países poco a poco se volcaron a tipos de
cambio flotantes. Sin embargo, en la última parte del siglo 20, algunos países
que sufrieron procesos hiperinflacionarios volvieron temporalmente a un tipo de
cambio fijo para estabilizar sus monedas. Esta política se utilizó en muchos
países de América del Sur (por ejemplo, Argentina 1991-2002, Bolivia, Brasil,
Chile y Venezuela).
Control de precios
Otro
método utilizado a lo largo de la historia para intentar frenar la inflación es
el control sobre los salarios y sobre los precios. Este método fue implantado,
por ejemplo, por el gobierno de Nixon al principio de la década de 1970 con
resultados negativos.
Algunos
economistas coinciden en afirmar que los controles de precios no alcanzan sus
objetivos de estabilidad de precios y son contraproducentes pues distorsionan
el funcionamiento de una economía, promueven la escasez de productos y
servicios y disminuyen su calidad, entre otros efectos.
Otro problema es que el control de
precios y salarios es difícil en la práctica y requiere demasiados recursos de
inspección y sanción para que dichos controles no sean burlados por los agentes
económicos. A su vez, la imposibilidad de aumentar los precios en un período de
aumento de los costos de producción provoca escasez de bienes y servicios. Los
gobiernos frecuentemente intentan remediar la escasez mediante subsidios a los
bienes y servicios que perdieron rentabilidad por el incremento de costos y
precios fijos. La necesidad creciente de financiar mayores recursos en
subsidios, regulaciones, inspección y sanción generan una necesidad de expansión
del crédito y el gasto público y, por ende, una necesidad de incrementar la
emisión monetaria para financiar esa expansión, agravando la inflación.