DISLIPIDEMIAS.-
Las
dislipidemias o dislipemias son una serie de diversas condiciones patológicas
cuyo único elemento común es una alteración del metabolismo de los lípidos, con
su consecuente alteración de las concentraciones de lípidos y lipoproteínas en
la sangre, que en estos casos son mayores a la concentración normal en el
plasma sanguíneo. En algunos países se le conoce como dislipemia pudiéndose
usar ambos términos como sinónimos.
Las
manifestaciones más comunes de la dislipidemia son la hipercolesterolemia, más
conocida como el colesterol alto, y la hipertrigleceridemia, igualmente más
familiar bajo su denominación de triglicéridos altos. La dislipidemia es una de
las enfermedades que, junto al tabaquismo y la hipertensión, representa uno de
los riesgos más elevados de padecer enfermedades cardiovasculares.
Clasificación:
Una primera forma de
clasificarlas podría ser en:
-
Primarias, es decir, no asociada a otras
enfermedades. Generalmente de origen genético y transmisión familiar
(hereditarias), es la forma menos frecuente.
-
Secundarias, es decir vinculadas a otras
entidades patológicas, como por ejemplo:
-
Diabetes
-
Hipotiroidismo
-
Obesidad patológica
-
Síndrome metabólico
Actualmente
se prefiere clasificarlas de acuerdo con las alteraciones detectadas,
pudiéndose encontrar:
-
Hipercolesterolemia aislada (alta
concentración de colesterol en sangre)
-
Hipertrigliceridemia aislada (alta
concentración de triglicéridos en sangre)
-
Dislipemia mixta. (alta concentración de
colesterol y triglicéridos en sangre).-
El
sedentarismo, las dietas ricas en grasas o el tabaquismo, son factores de
riesgo importantes para acabar desarrollando la enfermedad. De modo secundario
también pueden aparecer enfermedades como la diabetes, el hipotiroidismo o la
obesidad.
El
tratamiento de la dislipidemia debe ser individualizado, atendiendo a las
características del paciente y a la variedad de las consecuencias que puede
desencadenar la enfermedad. También, y en virtud de lo expuesto, se hace
necesario contar con la intervención de un equipo multidisciplinar formado por
nutricionistas y especialistas para los órganos afectados.
En
lo relativo a la medicación ocurre otro tanto, es decir, según sean los efectos
indeseados de la enfermedad se administrarán los medicamentos más adecuados a
cada caso particular. Estatinas y fibratos, en lo que respecta al colesterol y
los triglicéridos, son utilizados con frecuencia. De todos modos, es
conveniente saber que algunas de estas drogas tienen efectos secundarios que
deben ser consensuados siempre con el médico para valorar su inclusión o bien
su sustitución.